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16 de julio de 2011

Villachulísima, Tabasco

El País del Chocolate!!

Salimos de Puebla como a eso de las 8 de la mañana, y ya estábamos saliendo tarde. El día estaba bastante nublado, y hasta lloviendo. Cuando llegamos por la carretera hacia las cumbres de Maltrata, se puso de verdad asqueroso el clima, no se podía ver ni a un metro de distancia. Y la carretera de bajada de las cumbres estaba más agujereada que Pamela Anderson. Es entendible que haya muchos accidentes por ahí. Ya abajo, en Orizaba, era verdísimo el paisaje hacia todos lados, y llovía a cántaros. Paramos a desayunar por 40 minutos en Los Cafetos, en Córdoba, y de allí nos seguimos, bajo una lluvia cada vez menor, y a una cómoda temperatura de 14°C. Seguimos la ruta hasta La Tinaja, y de allí, fue la larga e interminable carretera rápida a Coatzacoalcos, en la cual vimos de todo, desde lluvia hasta sol ardiente pasando por diferentes tipos de nublados. Vimos ríos, campos y pastizales llenos de vacas que pastaban tranquilamente. En Minatitlán fue el siguiente lugar donde bajamos, y ¡Jesús del Huerto! Un calor impresionante nos recibió con un golpe, a 32°C y con 80% de humedad. A pesar del sol. Pasamos a lo largo de pantanos y planos de inundación gigantes, y descubrimos por qué decía Humboldt que todo Veracruz, bien administrado, podría darle de comer al mundo. Cuando por fin entramos, tras 5 largas horas de travesía, al estado de Tabasco, un letrero nos desalentó terriblemente, el cual decía: Mérida 750 Km.... Después de haber recorrido ya 500 larguísimos kilómetros, era como una mentada de madre. Seguimos por la carretera, y pasamos por bosques, y una carretera muy hermosa, que parecía algo así como un Paseo de la Reforma pero en autopista, pues entre ambas vías había hileras enormes de árboles que lo decoraban, así como a los lados. Llegamos a la Heróica Cárdenas (que quién sabe por qué sea "Heróica"), y vimos desviaciones hacia ranchos de cacao. Úrgeme probar el cacao solito. Se me antoja demasiado conocer el verdadero sabor del origen del chocolate. Y es que estábamos en Tabasco, patria del chocolate, y según alguno que otro gringo, de las salsas picantes.
Poco después llegamos a la Hermosa Villa de Villahermosa. Cuando llegamos al hotel, comenzó a llover. Pero ya eran 4 PM, y queríamos ir al parque-museo de La Venta, el cual cerraba a las 5 PM, así que, bajo una tupidísima lluvia, caminamos hacia el parque, empapándonos bajo la lluvia que tenía la misma temperatura que el agua e la regadera con la que me acostumbro bañar, y al llegar, nos dijeron que ya casi cerraban, en media hora, por lo cual no podíamos entrar. Pero insistimos al servidor turístico, que nos dio una explicación express de todas las esculturas que tenían allí guardadas, todas originales, y muy interesantes, algunas Olmecas, algunas Mayas, y una que me llamó la atención, que era una mezcla de ambas, que fortalece una teoría de que los Mayas fueron contemporáneos de los Olmecas, lo cual los haría igual de antiguos que los Olmecas (la cultura madre, como le dicen), y no como si fueran recientes como los pintan, de tener un milenio de antigüedad. Vimos la cabeza Olmeca de los libros de texto de la primaria, y salimos justo a las 5 PM que el parque cerraba, tras e ltour express. Conocimos brevemente la Laguna de las Ilusiones, nos fuimos a cambiar al hotel con ropa seca, y salimos al centro comercial Tabasco 2000, tras habernos cambiado la ropa, pues, y, desde la terraza del hotel, ver un arresto importante de un operativo policial en la calle, que sucedía mientras todos los huéspedes mirábamos curiosamente el arresto. Fuimos a un delicioso restaurante Italiano de pizzas, donde comimos hasta el hartazgo y más allá, en el símil de una cómoda taberna Italiana. Y obviamente, no pude aguantarme a ir por un helado al Dairy Queen. Mi papá pidió un cono waffle, y yo un Waffle Cubierto de Chocolate con helado de M&M's. Al terminarme el waffle, estaba a punto de reventar. Caminamos de regreso al hotel, y después, todavía, salimos al centro, a conocer la algo decepcionante Catedral de Villahermosa. Sus torres, enormes y visibles desde lo lejano, resultan ser más altas que lo que tiene de largo la nave interior. Parece ser una catedral sumamente moderna, porque parece que todavía sigue en construcción. Y es como si fueran a meterle vitrales en algún punto del futuro en sus vidrieras laterales, que hoy simplemetne me recordaron al ventanal del Gran Comedor de Hogwarts. De allí regresamos al hotel. La ciudad de Villahermosa, por lo poco que hemos podido ver, tiene cosas preciosas que ofrecer al visitante, y, dado que conocimos todo muy rápidamente, y sólo "de pasadita", creo que vale bien la pena regresar a conocer mejor, con más calma, en el futuro. Un paseo por el malecón, por la calle Paseo Tabasco, el Museo Elevado de Villahermosa, sus exquisitos restaurantes y cafecillos y barcitos a lo largo del Paseo, sus placitas, y los grandes Parques, incluyendo el de La Venta, así como el malecón a lo largo de la Laguna de Las Ilusiones y la Laguna del Camarón, tienen algo mágico que hacen que esta ciudad, a la cual me esperaba como un pueblito "pinche" (del tipo de Minatitlán), sea hasta romántica.

Manténgolos informados sobre mis andanzas mientras los eventos lo permitan.











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