De allí salió el nombre del pueblo cercano a Madrid, del cual la capital de Jalisco toma su nombre.
El primer día llegamos al hotel como a las 11 PM, muy tarde, y de allí nos fuimos en bola caminando por Avenida Vallarta, que es la Av. donde está el hotel Suites Bernini, hacia el Oeste. Pasamos a un lado y por debajo de los Arcos de Vallarta, la antigua bienvenida a la ciudad, a esa hora llena de vida en los antrobar-restaurantes que circundan la rotonda. Uno de los cuales, por cierto, se llama "The Twitter Club" --y se jacta de existir antes de que Twitter fuera la moda.
Llegamos a la Fuente de Minerva, donde se veía que estaban poniendo bardas y bardas de seguridad, mientras una horda de naranjitas limpiaba lo que habían dejado en la romería del 12 de Octubre en la cual llevaron en procesión a la Virgen de Zapopan desde la Catedral de Guadalajara hasta la Basílica de Zapopan.
Allí mismo, en la fuente de Minerva, habría al día siguiente un concierto de Bellanova, y la develación del reloj de la cuenta regresiva para los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011, pues faltaban exactamente 366 días para la inauguración.
Llegamos por fin a la taquería que Bernie nos había prometido que conoceríamos, y probaríamos allí las famosas tortas ahogadas. Lo sorprendente fue la cantidad de gente 'colchona' (término de Luis para referirse a una persona sumamente guapa) que iba a cenar tacos a las 11 PM. Mujeres de no malos cuerpos y facciones claras y refinadas, hombres bien parecidos. Hasta la que estaba cociendo la carne de las tortas estaba 'muy mamasita'. Sorprende que en Guadalajara haya tantos hombres gays, cuando las mujeres más hermosas en todo el país, en cuestión de densidad por kilómetro cuadrado y haciendo de cuenta un 'promedio', se hallan allí.
Comimos deliciosas tortas ahogadas en la salsa de tomate tan buena y deliciosa, y Bernie le echó mucha salsa picante al suyo, a tal grado que un labio se le puso morado del picor. Parecía que se había pintado como darketo-gótico la boca.
Nuestro hotel, de pánico. Nos quedamos en algo así como la Torre del Terror Tapatío versión.
La torre del terror tapatía
El largo pasillo de las luces tintineantes
Uno de los tantos edificios vintage.
Al día siguiente salimos temprano al ITESO, para llegar a tiempo a nuestra primera conferencia. Llegamos justo a tiempo cuando concluía la conferencia inaugural, a la cual no asistimos. El ITESO es una universidad que viene con bosque integrado. Tomamos un rato para que nos imprimieran nuestros position papers, y fue justo a la mitad de la impresión de los mismos que se fue la luz. "Jesús del Huerto!" exclamó una de las organizadoras, revelándome que no sólo Oliver Arana usa esa expresión tan risacausante. "Ibas en el Ciencias?" preguntéle, pero ella no iba. La que sí iba en el Ciencias era una que estaba junto, y con quien brevemente platiqué. De allí nos fuimos al comité a debatir.
Y el debate inició bastante aguado, pero fue agarrando fuerzas conforme iba avanzando el debate en sí.
Auditorio de la facultad de arquitectura.
Chucho, Ady y Gisela se fueron a comer al Subway, mientras Nely, Hugo, Bernie, Karely, Javier, y yo nos quedamos con Pedro en las tortas. Al terminar nos fuimos al ITESO de regreso. No me dejó de sorprenderl a extraña coincidencia que debajo del puente que atraviesa el periférico a la altura del ITESO, y en el cual está escrito "ITESO", vi pasar un camión con grandes letras azules que decía "ORIENTE".
Oriente e ITESO, juntos frente a mí. Qué Jesuítica señal revelatoria. Pero, de qué? Yo estoy a gusto en el ITESM. Solo me falta aquello que en el Oriente tenía y que busco recuperar.
L'espirit vivifique
En fin, el debate terminó 6:30 PM, y de allí fuimos al hotel a cambiarnos para ir a cenar. Enconramos, tras mucho deambular por Guadalajara, sin saber si nos íbamos a ir a un restaurante Chileno o a un Karaoke, en un restaurante de cocina internacional llamado "Boca 21". Servían tortas tipo subway de cualquier país: Noruegas, Vizcaínas, Italianas, Alemanas, Francesas, etcétera. Yo pedí una Alemana, que traía 'Selva Negra'--un conjunto de lechugas y espinacas--con queso y jamón de estilo Alemán. Para acompañarlo, un sabroso Clericot, que en la vida había probado.
La conversación fue salpicada con temas cópricos traídos a la mesa por Javi. De allí, regresamos al hotel tras buscar el Karaoke y no encontrarlo. Resolví dormirme temprano para ir a conocer el centro de Guadalajara antes de las 11 AM; hora a la cual debía de estar de regreso en el hotel.
No iba a depender de que los demás quisieran ir a conocer Guadalajara para ir a conocer yo mismo, así que me acosté temprano para despertar 6:30 AM del día siguiente.