Salí del hotel en la Avenida Vallarta en el fresco aire de Guadalajara, caminando con dirección hacia el Este. Caminé y caminé por largas cuadras, pasé por la hermosa Avenida Chapultepec, con sus árboles, ciclopistas y fuentes que embellecen la ciudad, todo lleno de árboles, un mini Champ Elysée. En una esquina me encontré con algo que a mi corazón le causó un sobresalto momentáneo: una pastelería llamada "Pastelería Luvier". Me dio tanta risa, porque mi apellido es "Louvier" (y es muy raro escucharlo), pero encontrar un "Luvier" se me hacía más cómico y risible, posiblemente sería de algún pariente perdido que hubiera malinterpretado su apellido al registrarse en el registro civil inmigratorio de México?
Una "o" entre la L y la U, y ahí hubiera estado investigando toda la mañana.
A mí me han escrito varias veces mi apellido como "Luvier". Por no poder aguantarme, me metí a la tienda, para preguntar si eran "Luvier" o "Suvier". Una de las trabajadoras de la tienda me dijo que sí, era "Luvier", y le enseñé mi IFE. Acaso sabría ella si el dueño se apellidaba "Luvier" o se llamaba así? Siempre era interesante investigar. Por qué las dos veces que he ido a Guadalajara me encuentrocon algo que me conecta con la ciudad? La primera vez, en Ínters, resultó ser que mi equivalente Botárguico del Ciencias también tenía un nombre extremadamente similar al mío, más un apodo casi idéntico, además de que, sin conocer mi nombre ni lo que yo iba a hacer a los Inter, me dijo el director de deportes del Ciencias que me parecía yo al susodicho. Nunca olvidaré esos momentos de extrañeza en la ciudad que parecía llamarme. Y ahora pasaba esto. No sería lo único que habría de pasar, el último día me preguntaron si yo era de fuera, porque según ellos "Parecía ser hijo de un exalcalde de Guadalajara", que porque me parecía mucho a él. (Descubrí poco después que NI AL CASO, pero por QUE me tuvieron que preguntar eso? Definitivamente tengo algo con esa ciudad). De la patisserie Luvier salí con rumbo hacia el Expiatorio, que estaba casi en la contraesquina. Mi corazón latía fuerte de emoción por por fin poder entrar a ese lugar! Decidí que lo haría lento y con delicadeza y absorbiendo cada detalle, así que entré de lado, por el claustro. Me recordó a Hogwarts.
"Profesora McGonagall! Hacia donde es la clase de Transfiguraciones?"
Es una belleza de lugar, quería hacer como cuando uno se come un chocolate ansiado por largo tiempo, y sabe que se acabará la sorpresa para la próxima ocasión. Quería reservarme la sorpresa y lo mejor hasta el final. Fui conociendo las capillitas anexas, una en la cual se celebraba una misa a la cual asistían las pías viejitas que viven en los centros de las ciudades, que cantan en voz alta en misa, y que se asustan de escuchar la palabra "pene" pero tienen 10 hijos. Esa capillita tenía también vitrales decorosamente hermosos, que depicturaban imágenes de pasajes Bíblicos, tal parecía, pero contaban con un gran detalle, a tal grado que parecía una pintura traslúcida en vez de un vitral. Tal vez lo habían pintado sobre el vidrio, a diferencia de los vitrales convencionales, que son realmente colores delimitados por el emplomado. Tras conocer el claustro, que estaba lleno de restos de flores cortadas que aún no habían limpiado, y que habían sido usadas en la romería de la Virgen que acababa de ser, así como una manta promocionando la feria-kermesse que organizaría la parroquia. Pero entonces, salí del lugar, al atrio de la iglesia, y lentamente entré por la puerta izquierda.
Ésto es lo que me encontré.
Pinche fotografía pedorra, no refleja en lo más mínimo la grandiosidad y majestuosa proporción del templo, te sientes chiquito, uno se funde entre las columnas que se alzan más de treinta metros hasta comenzar apenas a formar sus arcos ojivales. Es la iglesia de estilo gótico más majestuosa de México, con un estilo austero combinado con un estilo exuberantemente gozoso de colores en las vidrieras. Además, eran las 8:45 de la mañana, el sol apenas salía. Eso me proveyó de detalles de luces que no se aprecian a cualquier hora.
Un rosetón casi sobrepuesto sobre otro en reflexión, con azules intensos.
Una lluvia de colores!!
El rosetón de un color azul que no puedo describir aquí. Ni siquiera las fotografías como ésta le hacen justicia a la vibración que reciben los ojos con este tono de azul. Es calmante, te relaja, te lleva a un orgasmo visual donde te puedes pasar contemplándolo una eternidad. En la foto es un azul desabrido a comparación de cómo se ve en la vida real. Tienen que verlo en vivo para sentirlo.
Otra foto que no le hace justicia a la lluvia de colores que se siente allí. Pero da una idea.
Por último, el clerestorio. A esas horas, todas las luces bañaban el interior del mismo en una columna que se fundía en una explosión de luz.
Me senté en una banca sobrecogido a mirar eso, que es como un mini Chartres Mexicano. En eso comenzó a sonar música de campanas. Era el Glockenspiel que tiene la iglesia, traído desde Alemania (junto con el órgano principal, y otro que hay por ahí), que suena a las 9 AM, a las 12 del medio día, y a las 6 PM. Sonaba con las mañanitas, por ser las 9 AM, y con "La Guadalupana". Salí corriendo a ver el Glockenspiel. Una procesión de figuritas salió a dar de vueltecitas en la torre, como cualquier Glockenspiel Alemán. Por último, regresé a ver todos los vitrales de la iglesia. Algunos eran dedicados a mártires cristeros, reemplazando la idea original de vidriesras con alusiones cubistas, ya que la guerra cristera fue después de que se inició la construcción del majestuoso templo. Entré, con la luz de la puerta entrando de lleno de un lado, y esto es lo que vi:
Y ahí fue que vi la iluminación divina entrando por la puerta, como un dedo de Dios majestuosamente entrando a auxiliar a aquél que lo necesitaba e iba a pedirlo a la iglesia en ese momento.
Y de ahí, salí para el centro.
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